Playa Blanca
también conocida como la Playa de Boyacáes una playa natural localizada en la bahía Blanca alrededor de la costa suroccidental del lago de Tota en el departamento de Boyacá (Colombia). Geográficamente el lugar se encuentra en la vereda La Puerta del municipio de Tota, aunque su principal acceso se encuentra por la Avenida Perimetral del Lago por el municipio de Aquitania, del cual se encuentra a solo 12 km. Es la más alta de las playas del hemisferio norte, y una de las más altas del mundo,situada a 3015 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los principales sitios turísticos del departamento y se encuentra situado en una importante reserva forestal. Se encuentra a 111 km de Tunja y a 240 km de Bogotá.
Playa Blanca Boyaca Colombia
Acampando De Noche bajo las estrellas
admirar el hermoso horizonte y armamos los campings; la verdad es algo muy frio, la temperatura en la noche desciende bastante; así, que los que no soportan bajas temperaturas es mejor que busquen un hotel donde que darse, pues si no van bien equipados la situación se torna difícil, nosotros ya sabíamos cómo era así que teníamos una buena carpa, colchón inflable y bolsas de dormir. El costo del camping va desde $ 5.000 a $ 10.000 (5 dólares) por noche dependiendo de la carpa y la temporada. Hay un restaurante cerca que funciona desde las 9 de la mañana hasta las 6 pm y donde se encuentran desayunos, almuerzos y cenas, bastante aceptables y algunos vinos para degustar y calentar el cuerpo; los precios pueden ir de $ 5.000 a 20.000 dependiendo lo que se pida (5 y 10 dólares) el plato típico de la región es trucha preparada de diferentes formas.
También cerca existe una tiendita atendida por los campesinos que proporcionan tinto, agua de panela, y productos de paquete, además por unos cómodos$ 5. 000 tendrá para una fogata por la noche. Ojo ustedes pueden recoger las ramas que han caído de los arboles, pero no cortarlos o maltratarlos para hacer la leña, en los almacenes de cadena se encuentran leñas ecológicas que funcionas muy bien y no dañan el medio ambiente.
En la noche y luego de armar el camping, nos dirigimos a la playa blanca de arena muy fría a tomar una copa de vino y a conversar un rato, pero eso si supremamente bien abrigados de la cabeza a los pies. La noche, ah, la noche estaba hermosa, indescriptible, pareciere que las estrellas se acercaban cada vez más. , Increíble. No he visto noche así, ni en el Cabo de la Vela, ni en Villa e Leyva, ni en el desierto de la Tatacoa. Lugares hermosísimos también.
Admirandos por la belleza de la noche estrellada y por el sonido de las olas del agua, pero no pudiendo soportar el frio ,que cada vez descendía más y más, nos fuimos a acostar .Frank, Zeta y yo en tramos a nuestra casa nómada y la verdad dormimos muy bien. No ocurrió lo mismo a nuestra pareja amiga quienes por la mañana nos comentaron que no durmieron nada debido a la helada.
Esa hermosa mañana desayunamos, nuestras provisiones, en el muelle y paseamos en un tour en lancha por la laguna que demora aprox. 30 minutos y cuesta $ 4.000 p. Pasado el medio día y con un sol radiante nos animamos a nadar en la laguna, cuyas aguas y a pesar del sol no estaban frías sino heladas, personalmente me pareció delicioso y lo disfrute mucho. En la tarde y en compañía de Ranger (el perrito amigo de los campistas, según nos comento un niño oriundo) caminamos por los alrededores montañosos y ¡que vista! (espero hacer un poco de justicia en las fotos) .Así transcurrieron dos hermosos días más, pues hay mucho que ver y como nuestros friolentos amigos levantaron su camping y se instalaron en una hermosa cabañita cercana a $ 80.000 la noche (40 dólares) y sin más valientes alrededor, el campamento quedo para nosotros solos. Qué maravilla.
El 30 de diciembre en la mañana se acabo la dicha; docenas de carros llegaron, y sus ruidosos ocupantes con su música carrilera, vallenato, tropi...y con cajas de licores, silenciaron el sonido de las aves, el agua y la naturaleza. Pues bien, hora de irnos. En la ruta de regreso fuimos a Iza que tiene unas termales a 5 km del pueblo y como no nos dejaron entrar porque no admitían perros , entonces sin problema dimos una caminada por los alrededores ( y como que fue lo mejor según comentarios) y visitamos el pintoresco pueblo, ya en la carretera a Bogotá ,en el camino hay puestos de sabrosas arepas y almojábanas boyacenses y en la tarde por esta época el puente de Boyacá tiene una hermosa iluminación navideña.
Admirandos por la belleza de la noche estrellada y por el sonido de las olas del agua, pero no pudiendo soportar el frio ,que cada vez descendía más y más, nos fuimos a acostar .Frank, Zeta y yo en tramos a nuestra casa nómada y la verdad dormimos muy bien. No ocurrió lo mismo a nuestra pareja amiga quienes por la mañana nos comentaron que no durmieron nada debido a la helada.
Esa hermosa mañana desayunamos, nuestras provisiones, en el muelle y paseamos en un tour en lancha por la laguna que demora aprox. 30 minutos y cuesta $ 4.000 p. Pasado el medio día y con un sol radiante nos animamos a nadar en la laguna, cuyas aguas y a pesar del sol no estaban frías sino heladas, personalmente me pareció delicioso y lo disfrute mucho. En la tarde y en compañía de Ranger (el perrito amigo de los campistas, según nos comento un niño oriundo) caminamos por los alrededores montañosos y ¡que vista! (espero hacer un poco de justicia en las fotos) .Así transcurrieron dos hermosos días más, pues hay mucho que ver y como nuestros friolentos amigos levantaron su camping y se instalaron en una hermosa cabañita cercana a $ 80.000 la noche (40 dólares) y sin más valientes alrededor, el campamento quedo para nosotros solos. Qué maravilla.
El 30 de diciembre en la mañana se acabo la dicha; docenas de carros llegaron, y sus ruidosos ocupantes con su música carrilera, vallenato, tropi...y con cajas de licores, silenciaron el sonido de las aves, el agua y la naturaleza. Pues bien, hora de irnos. En la ruta de regreso fuimos a Iza que tiene unas termales a 5 km del pueblo y como no nos dejaron entrar porque no admitían perros , entonces sin problema dimos una caminada por los alrededores ( y como que fue lo mejor según comentarios) y visitamos el pintoresco pueblo, ya en la carretera a Bogotá ,en el camino hay puestos de sabrosas arepas y almojábanas boyacenses y en la tarde por esta época el puente de Boyacá tiene una hermosa iluminación navideña.